—¿Cómo ha sido esta primera mitad del año para Grupo T&C? Ustedes tienen hoy un amplio número de proyectos.
Tenemos un número bastante amplio en cartera, efectivamente. Cerca de 2.000 unidades en stock, lo cual representa aproximadamente S/800 millones. Y lo tenemos en 16 proyectos, lo que nos hace uno de los desarrolladores inmobiliarios más importantes del mercado. Estamos básicamente en San Isidro, Surco, Jesús María, Lince y Barranco.
—¿Sumarán alguno más en el segundo semestre del año?
Tenemos dos lanzamientos en estos días. Están nuestro proyecto Palm Living, que lo tenemos en la Avenida Javier Prado esquina con Palmeras en San Isidro. Tenemos otro proyecto nuevo, Tree, en la esquina de Javier Prado Oeste con Parodi. Estos son proyectos que van dirigidos al mismo público. Tenemos un proyecto adicional que está en la avenida Pardo, al lado de la Embajada de Brasil. Preparamos el lanzamiento para fin de año de este último proyecto, con lo cual, cerraremos con 19 proyectos inmobiliarios en Lima (el 2022). Esto ampliará nuestras unidades de vivienda en 500.
—¿Qué características ven ustedes en el sector que los motiva a seguir invirtiendo?
Vemos un sector bastante activo. Tenemos mucha confianza en el país y en el mercado porque hay un déficit de vivienda bastante alto. Hay una demanda todavía bastante pujante. El sector requiere un manejo más óptimo para la calidad de los proyectos, así que tiende a especializarse. Ahí es donde existen inmobiliarias que están mejor equipadas como nosotros para aprovechar esas oportunidades del mercado.
—La demanda también es más exigente. Las personas buscan una vivienda, pero también deciden en función a la ubicación del proyecto y valoran el acompañamiento de la inmobiliaria durante el proceso de compra.
Sí. Al haber más competencia, el beneficiado es el cliente. También puede escoger más calidad no solo en acabado, sino también distribución en fachada. Calidad de atención, seguimiento, asesoramiento, todo esto también es muy importantes para el proceso de compra.
—¿Cuál es la propuesta diferencial que manejan?
Nosotros le ofrecemos a los clientes el financiamiento inteligente, que consiste en que el desembolso del crédito hipotecario se realiza próximo a la fecha de entrega de la unidad. De esta manera, el cliente no tiene que pagar un costo financiero por los intereses a partir del desembolso.
—Entendería que ello también permite unir la satisfacción de la entrega de la vivienda con la obligación que genera el crédito a pagar.
Definitivamente. Es lo normal en otros mercados. Lo consideramos, de algún modo, más justo porque sino el cliente también está asumiendo costos del crédito y financiando una unidad que todavía no ha recibido.
—Más allá del tema del financiamiento, existe también una tendencia por ofrecer proyectos con más áreas comunes. ¿Qué áreas ofrecen sus proyectos?
Buscamos darle al cliente lo que necesita. Los departamentos son bastante eficientes y requieren áreas complementarias. Hacemos un estudio específicamente del público objetivo al cual va dirigido cada proyecto y le ofrecemos esta ventajas adicionales. Ahora estamos ofreciendo estacionamiento para bicicletas, áreas para mascotas. En algunos proyectos también estamos ofreciendo un área de coworking.
—Por otro lado, entre los factores que inciden en la actividad inmobiliaria están las obligaciones de tamaño y altura propia de cada distrito. ¿Creen ustedes que se deberían flexibilizar dichas exigencias que aplican las municipalidades?
Hay siempre diversas fuerzas empujando en sentido contrario. Por un lado están los promotores inmobiliarios que queremos desarrollar más proyectos, pero también está la preocupación de los vecinos por algunas dificultades como el tránsito o el caos vehicular. Pensamos que la regulación es entendible porque cada distrito también tiene su propia política. Somos bastante respetuosos. Sin embargo, por parte del Gobierno también vemos propuestas para poder flexibilizar proyectos, porque tampoco podemos llegar a un punto en el cual por proteger la residencialidad, se estanque un distrito en el tiempo.
—Otra realidad que afecta al sector es el costo de materiales de construcción. ¿Ello continuará impactando a los precios por metro cuadrado en el sector?
Sí, claramente. Como uno de los retos que tenemos para continuar en el negocio es ofrecer a los clientes una alternativa de vivienda de calidad y a un precio razonable.
—También han entrado a un concepto de negocio inmobiliario con hoteles. ¿De cuántos proyectos estamos hablando?
Sí. Con el objetivo de diversificar, hemos ingresado al negocio hotelero como inversionistas inmobiliarios. No lo hacemos como operadores, porque para ello estamos de la mano con cadenas internacionales como Hilton e Ibis. Ya tenemos dos hoteles y hay uno en el que estamos trabajando.
—¿Se tiene ya fecha de lanzamiento?
Estamos retomando el proyecto y ya estamos planificando lanzarlo, pero todavía estamos finiquitando ese análisis. Como parte de nuestro proceso de consolidación es que estamos observando mantenernos presentes en el negocio inmobiliario, pero también ver otras alternativas como el de renta. Y, la actividad hotelera cumple con nuestros requerimientos.
Fuente: El Comercio